El defecto mayor de este film es que a veces pierde el foco. La historia –dos hermanos que dirimen problemas familiares y abandonos varios como encontrarse perdidos en la naturaleza– presenta grandes oportunidades para que sus protagonistas (Erica Rivas y Juan Minujín) se luzcan. El debut de Jazmín Stuart como cineasta es imperfecto, aunque agradable y auspicioso.