“PIXELES”: LA REVANCHA DE LOS GAMERS
Este jueves estrena “Píxeles” un film que, bajo la dirección de Chris Columbus y el protagonismo de Adam Sandlerr, intentará captivar tanto al público pequeño como a los más grandes.
Todo comienza allá por 1982 cuando Brenner y Cooper, dos amigos de barrio en plena adolescencia asisten a la inauguración de un local de videojuegos en su Washington natal. Es así como, con el correr de las fichas, estos púberes descubren su pasión (y su talento) por los -ahora clásicos- juegos de arcade. Brenner incluso llegará a competir en la final del campeonato mundial de arcade, solo para perder ante el afamado Eddie.
Varios años más tarde y un par de sueños truncos luego, nos volvemos a encontrar con la versión “adulta” de estos muchachos interpretados por Adam Sandler (Brenner) y Kevin James (Cooper) quienes, junto a un peculiar conjunto de personajes, deberán salvar a la humanidad de una inminente invasión (y posible exterminación) alienígena.
La trama no se destaca por su originalidad y, a la previsibilidad del guión, tendríamos que sumarle los chistes fáciles y gags sobre sexo que suelen ser moneda repetida en -casi todos- los films protagonizados por Sandler. El elenco reúne nombres interesantes entre ellos Michelle Monaghan, Peter Dinklage y Sean Bean pero ninguno se destaca por brindar una actuación o participación que amerite una mención especial.
Las referencias culturales musicales y “gamers” son uno de los puntos fuertes de la película y ayudan, junto con su banda sonora, a sobrellevar una película que, de otra manera, pasaría sin pena ni gloria. Son destacables también los efectos visuales en los cuales se apoya fuertemente el film y que -por momentos- resultan más protagonistas que los humanos en cuestión.
Con una historia muy predecible aunque por suerte bastante ágil, “Pixeles” intentará cautivar a los espectadores más chicos a través de sus coloridos e innovadores efectos y aquellos adultos que hayan invertido algunas o varias horas de su vida escapando de los fantasmitas en el Pacman, derribando naves espaciales en el “Space Invaders” o simplemente acomodando obsesivamente piecitas en el Tetris.
Para ver con pochoclos o nada.