José Celestino Campusano con su “cine bruto” construyo una estética distinta y evolucionada en el cine argentino, que hasta ahora tenía como protagonistas a seres del conurbano bonaerense. Esta vez su objetivo es la clase alta porteña para mostrar perversiones, ansias, y sometimientos en seres desangelados, pura apariencia, vacios. Es una apuesta nueva y jugada, con una marcada manera de actuar. Pero en el camino dejo afuera una fuerza y una pasión que estallaban en sus films anteriores.