Otro gran realizador contemporáneo, diferente de todo. José Campusano cuenta aquí un melodrama sexual, centrado en la figura de una mujer de clase media alta que llega a la degradación por amor (o por placer, nada es tan claro). Campusano es un experto en imágenes crudas, directas, y en narrar con una locomotora que hace de lo fìsico el motor de las emociones. Menos “desprolija” que Vil Romance o Vikingo, Placer y martirio se siente tanto la continuidad de una búsqueda como un paso adelante.