Inesperadamente proveniente de España, que vuelve a demostrar su capacidad de exportación en el mettier, PLANET 51 es un film de animación digital tan rebosante de creatividad como divertido. Hollywood hace rato emplea intérpretes (Banderas, Bardem, Penélope Cruz) como realizadores (Amenábar, Collet-Serra, Isabel Coixet, entre otros) y ahora también estrena y distribuye films de ese origen, algunos pertenecientes a terrenos muy ligados a la Meca del cine como el caso del terror, con REC y REC 2. Y con esta notable comedia animada de Jorge Blanco, logra –con la inestimable colaboración de Sony Pictures- un nivel técnico a veces similar a piezas de Pixar-Disney o Dremaworks, y por momentos superior por su desprejuicio, mordacidad, calidad visual y artística. La trama es uno de sus mejores atributos, al ironizar sobre la carrera espacial estadounidense a través de un engreído astronauta que se supone un adelantado en un planeta ya habitado por seres que, entre desniveles tecnológicos y el temor de ser invadidos por extraterrestres, lo transforman a él en un peligroso alienígena. Homenajeando la estética de los años 50 y con personajes fenomenales como Rover, un caninizado robot recolector de muestras con toques de WALL-E, Planet 51 redondea una experiencia reconfortante para todo tipo de público.