Identidad sustituta
Esta superproducción animada de 55 millones de euros de presupuesto se presentaba como la gran esperanza europea (española) dentro de un mercado tan lucrativo (y competitivo) como el familiar. Si bien se utilizaba como argumento de venta el slogan "de los creadores de Shrek" (el guionista es Joe Stillman, que participó en las dos primeras entregas de la saga), se podía esperar algo más que una muy discreta imitación del formato hollywoodense. La película, en vez de plantear una alternativa a la fórmula más elemental de DreamWorks, resulta un producto muy menor, prefabricado y demasiado calculado, en función de lo que se supone es hoy el gusto del público globalizado.
El más o menos ingenioso punto de partida tiene que ver con dar vuelta el tradicional esquema de invasor-invadido. Aquí es un egocéntrico y fanfarrón astronauta de la NASA el que llega al plácido y encantador Planet 51 del título para sembrar allí la paranoia y alentar el militarismo frente a lo desconocido. Pero el capitán Charles T. Baker (Dwayne "The Rock" Johnson en la versión norteamericana) encontrará la solidaridad de un entusiasta joven que acaba de conseguir su primer trabajo como asistente de asistente en el Planetario del lugar (Justin Long) y de sus "simpáticos" compinches. Habrá -como siempre- un par de malvados (el general que interpreta Gary Oldman y el científico despiadado que encarna John Cleese) y un objeto del deseo para la subtrama romántica (Jessica Biel). Habrá que ver si aquí se exhibe la versión subtitulada en alguna función nocturna, porque yo tuve que padecer la doblada para América Latina y está lejos de resultar satisfactoria.
La animación es correcta (estándar, diría), hay un par de ideas inspiradas (que tienen a repetirse y, por lo tanto, a diluirse) y una tendencia al chiste fácil y, sobre todo, al guiño y la referencia "cinéfila" obvia y torpe. Enumeremos: Terminator, 2001: Odisea del espacio, Cantando bajo la lluvia, La Guerra de los Mundos, Apollo 13, Star Wars... y demasiados elementos ya vistos en Monstruos vs. Aliens, WALL-E, Hombres de Negro, E.T. y las películas de zombies. En definitiva, un intento (fallido) por hace cine de Hollywood fuera de Hollywood. Menos de lo mismo.