Un choque de culturas
Un sesentón en decadencia, que fue un pionero del rock en Latinoamérica, viaja desde la Argentina hacia Perú para completar un viaje de ayahuasca que estaba por hacer su hermano, justo antes de morir.
Gianfranco Quattrini nació en Perú, se crió en los Estados Unidos y está radicado en la Argentina, donde se formó cinematográficamente. No hace falta ser Freud para sospechar que una de sus obsesiones es el choque de culturas. Ese es el tema principal de Planta madre, y ahí está su faceta más interesante. Diamond, un sesentón en decadencia que alguna vez fue un pionero del rock en Latinoamérica, viaja desde la Argentina hacia Perú para completar un viaje de ayahuasca que estaba por hacer su hermano cuarenta años atrás, justo antes de morir. Hay varios niveles de choque en esa travesía en busca de un chamán: el porteño cambia la ciudad por el Iquitos de Fitzcarraldo; el ex rockero se reencuentra con la música y se topa con la cumbia amazónica; el hombre que perdió a su hermano recupera elementos de ese pasado, y a la vez se enfrenta con los remordimientos que desde entonces no lo dejan vivir.
La acción transcurre en dos planos: el presente, con la búsqueda de Diamond por la amazonía peruana, y el pasado, donde se lo ve viviendo a pleno, junto con su hermano, la santísima trinidad sexo-drogas-rocanrol de fines de los ‘60 y principios de los ‘70. Con todas sus desprolijidades, la película logra crear una atmósfera por momentos cautivante, sobre todo en las escenas de hippismo psicodélico. El espíritu de esa época está logrado: en ese sentido, la música aportada por Ariel Minimal cumple un rol clave, y también parece haber sido importante el asesoramiento de Pipo Lernoud.
En cuanto al presente, tiene como punto fuerte a la selva, un ámbito siempre atractivo para el cine. Tampoco es un dato menor que los protagonistas sean Robertino Granados y Camila Perissé, dos sobrevivientes, portadores de un antiguo curriculum de excesos, que calzan justo para la historia. Una historia que en algunos tramos resulta un tanto confusa, y que tiene una subtrama policial que resta más de lo que aporta, pero no llega a arruinar del todo la película.