Lucía Murat, prestigiosa realizadora brasileña, estrena en nuestro país, "Plaza París", coproducción con Portugal y Argentina que puede verse desde el pasado jueves, en el Gaumont y próximamente en salas INCAA de todo el país.
"Plaza París", lo nuevo de esta comprometida cineasta, presenta una historia que muestra descarnadamente, las diferencias de clase que entran en tensión en la hermana tierra. Lugar donde, el blanco tiene un peso distinto y la gente de color se enfrenta a difíciles condiciones de vida desde lo económico y lo social. Donde ser mujer no es tarea sencilla.
En estas grandes ciudades, la violencia está a la orden del día y afecta decisivamente la vida de toda la gente. En definitiva, el conflicto presentado podría ser leído como una instantánea pura, elemento que caracteriza las relaciones de poder que sostienen la invisible trama social y la volatilidad de las falsas asimetrías, que creemos ostentar y que pueden desaparecer en instantes,en contextos donde el delito tiene un poder invasor en grado máximo.
"Plaza París" hace foco en esos aspectos, expandiendo la cuestión de la seguridad, lo cultural y apelando a un lenguaje casi teatral, profundo y honesto.
Y aporta a la agenda mucho para el debate sobre los conflictos de género y cómo atravesar procesos de visibilización dolorosos. La trama nos instala en Río de Janeiro, Gloria (Grace Passô, estupenda, un parecido enorme a... Viola Davis?) es una mujer de clase baja que trabaja como ascensorista en una Universidad, vive en la favela y necesita tratamiento psicológico.
Tiene a un hermano menor encarcelado y muchos temas que la atraviesan, complejos. El central, los abusos que su padre ejercía sobre ella y que la han marcado de por vida.
Gracias a los servicios sociales que presta la casa de altos estudios, Camila (Joana de Verona), una psicóloga portuguesa visitante que está haciendo estudios de posgrado aquí, será quien se encargará de trabajar con ella, en periódicas sesiones que irán revelando un estado de situación emocional, desgarrador.
Camila, quien vive una vida confortable (está en pareja, no tiene problemas económicos, es extranjera y claramente pertenece a la minoría favorecida), quiere genuinamente ayudar a Gloria.
Pero las compañías de su paciente (los vecinos del barrio, los camaradas de armas de su hermano delincuente, etc) van sumando tensión al escenario, sumado al avance del descubrimiento del secreto familiar que Gloria irá revelando y que podría comprometer la seguridad de la psicóloga. Murat eligió a dos tremendas actrices y las instaló en una situación donde el afecto (contratransferencial) fluye de manera vívida y visible.
Camila verá su mundo y su seguridad en peligro, al acceder a conocer más acerca de Gloria y en cada diálogo, se verá como esta "mordaza social" afecta lo vincular y traba bastante el recorrido que hacen juntas.
"Plaza París" es una muy buena película. Está hecha con modestos recursos, pero su historia es tan potente que maneja su austeridad a favor: las protagonistas tallan grandes actuaciones y ofrecen contrapuntos sin desperdicios, en intercambios llenos de carga emotiva y social.
Una agradable sorpresa en cartelera para el incio del año. Si quieren conocer más sobre el país que recibe Bolsonaro, esta es una gran oportunidad.