Anexo de crítica: Cuando se dieron a conocer las implicancias del escándalo Wilson durante la administración de George W. Bush -en el último periodo post 11 de septiembre- y tras la publicación de los libros "The politics of truth" y "Fair game", escritos por la ex agente de la CIA Valerie Plame Wilson y su esposo el diplomático Joseph Wilson, los rumores de una versión cinematográfica no tardaron en aparecer. Finalmente el encargado de llevar a cabo el proyecto fue el realizador Doug Liman (responsable de Identidad desconocida, el primer eslabón de la saga de Jason Bourne), quien en esta película de espionaje, mezclado con thriller político, se las ingenia para no traicionar la historia ni a los espectadores encontrando el equilibrio narrativo en un guión que maneja una complejidad poco frecuente para un producto hollywoodense de estas características. Naomi Watts y Sean Penn están bien en sus papeles y resultan convincentes en sus respectivas luchas, tanto desde lo ideológico como en el plano humano. Tal vez el problema del film reside en su falta de sorpresa o novedad al tratarse de un caso ya perteneciente al pasado, que pese a su audacia expositiva no aporta originalidad ni verdad a la historia...