Chronicle”, tal el título original de la aquí estrenada como “Poder sin límites”, promete más de lo que realmente da. La película largó comercialmente muy bien el día de su estreno (jueves 23-2), superando incluso en número de espectadores a otras novedades nominadas al Oscar. Pero habrá que ver si ese buen comienzo logra continuidad con los días, lo que es de dudar.
Se trata de un producto que uno podría calificar como típico del cine independiente, pese a que su presentación local es asumida por uno de los grandes estudios “major”.
Director debutante (Josh Trank), un trío de actores virtualmente desconocidos (Dane DeHaarn, Alex Russell, Michael B. Jordan) en cine y más populares a nivel de televisión norteamericana confirman la independencia antes señalada.
Y sin embargo a medida que el metraje del film, de apenas 84 minutos, avanza el espectador tiene la sensación de que mucho de lo que está presenciando le resulta familiar o ya visto en otras obras anteriores.
Apenas iniciado, nuestros “héroes” llegan a una especie de cueva mientras que uno de los tres se empecina en filmar todo lo que van encontrando con su cámara, algo ya visto en “Cloverfield”, “Actividad paranormal o “El proyecto Blair Witch”, por sólo citar algunos de tantos títulos que utilizan similar esquema.
La novedad consiste en que dentro de esa caverna una sustancia misteriosa les otorgará ciertos poderes sobrenaturales o “sin límites” como versa el título local, que el mismo Superman envidiaría. A partir de allí se sucederán situaciones cómicas (en un supermercado por ejemplo) o más dramáticas como la que involucran un accidente en una ruta provocada por Andrew (DeHaarn), el más conflictuado de los jóvenes. Con una madre gravemente enferma, un padre autoritario y problemas de relación con el sexo opuesto, mucho de lo que ocurre en la historia tiene que ver con el comportamiento de Andrew y su descubrimiento de lo que puede hacer con la extraña fuerza adquirida.
Entre los pocos logros de la película se puede señalar la eficacia de los efectos especiales que muestran como los tres pueden volar gracias a los poderes recibidos. Cuando los caminos y expectativas del trío comiencen a divergir se alcanzará un clímax dramático que seguramente será disfrutado por los amantes del género fantástico, pero que no agrega nada muy novedoso. Incluso los tramos finales serán algo previsibles y para quien busque algo diferente es poco lo que esta obra le aportará.
Publicado en Leedor el 24-02-2012