Mirar por primera vez
De belleza y de muerte. Para la abuela que protagoniza Poesía para el alma (impecable Yun Jung-hee), notable film de Lee Chang-dong, la belleza y la muerte estarán vinculadas fuertemente en el lapso de tiempo en el que la abordará el film: mientras decide hacer un curso sobre poesía, se entera que su nieto está involucrado en un terrible hecho de violencia. Este film coreano se toma sus 139 minutos para mostrar cómo su personaje principal se hace cargo de esa dolorosa realidad que se va desplegando como un abanico, y se extiende como una enfermedad terminal.
Usábamos la figura del abanico, por su replegarse y expandirse, pero la figura que mejor le calza al film es la del río, que de hecho está utilizado como leitmotiv por el director. A partir del acontecimiento que involucra al chico es que la película se relee como un drama familiar centrado en aquellos detalles que habitualmente dejamos pasar por alto: el hecho, de aristas policiales, se vive con un tenso y perverso silencio. El asunto es qué hace esta mujer con esos detalles, una vez que los observa. Y más allá de lo que pueda indicar su título, Poesía para el alma no es un film sobre poesía y ni siquiera se deja llevar por la metáfora extrema.
Está claro que Chang-dong es un tipo sensible que deja ver bajo la superficie normalizada de su película un país en descomposición. Un síntoma principal que denota esa idea es esa abuela que no sabe cómo hacer lo que tiene que hacer. Y un no saber, que implica una interesante reflexión sobre el miedo paralizante de las primeras veces. “Mirar bien es mirar por primera vez” es una de las frases del film, y hacia esa pérdida de la virginidad, una virginidad moral, es hacia donde se dirige la película.
Como decíamos anteriormente, el film de Lee Chang-dong tiene un fluir como el de un río, que por momentos se pone tumultuoso y donde, por otros, reina la calma. Y es un río porque su extensión también lo remarca, por su ritmo, y porque cuando la superficie muestra una calma celestial, abajo todo se revuelve y se convulsiona. Tras su paso por el 25° Festival Internacional de Mar del Plata y el último BAFICI, es una suerte que esta película llegue a las salas. Uno de los mejores estrenos del año.