Dolorosa y envolvente “Poesía para el alma”
Primeras figuras de este doloroso relato: un posible cuerpo flotando en el río, y una viejita con la mente flotando quién sabe en qué recuerdos. La mujer pasa luego cerca de otra persona atormentada por algún accidente. Con el tiempo, todo eso se irá uniendo. Entre las últimas figuras, estará su sombrero flotando en el río, mientras ella lo contempla, con particular tranquilidad después de haber sufrido.
Dos problemas enfrenta ella, relativamente vinculados. Ante todo, ciertos síntomas de senilidad. Su médico le aconseja un taller de poesía que le haga trabajar las palabras, para no olvidarlas. Pero luego, enfrenta también la culpa de su nieto en un hecho delictivo, al que debe ponerle palabras de algún modo. Fue un delito cometido entre varios chicos del colegio. Los padres de los otros chicos, y las propias autoridades del colegio, quieren solucionar el asunto mediante una «indemnización». Ella se está olvidando las palabras, pero recuerda bien que ciertas cosas no se arreglan con plata.
Pequeñita, laboriosa, paciente, vestidito floreado, de espalda ya encorvada, cercana a la religión católica, escribirá una particular poesía, en nombre de la víctima. Por ahí va la historia. Envolvente, suavemente emotiva, cargada de reflexiones, buena película. Con veinte minutos menos sería muy buena. Intérprete, Yoon Jeong-Hee, popular actriz del viejo cine coreano, que aquí reaparece tras 16 años de ausencia. Autor, Lee Chang-Dong, a quien algunos lo vinculan con el «nuevo cine coreano», pero es de otra generación. Profesor de escuela, empezó a filmar recién a los 43, cuando entendió que tenía algo que decir.