En búsqueda de su padre
Pokémon: Detective Pikachu es una película cómica de misterio y aventuras dirigida por Rob Letterman, que también se ocupó del guión junto a Dan Hernandez, Benji Samit y Derek Connolly. Basada en el videojuego homónimo de 2016, la cinta es la primera producción de acción real/animada dentro de la franquicia Pokémon creada por Satoshi Tajiri. El reparto incluye a Justice Smith (Cada Día, Jurassic World: El Reino Caído), Kathryn Newton (Big Little Lies), Bill Nighy (Cuestión de Tiempo), Ken Watanabe, Rita Ora, Suki Waterhouse (Los Imprevistos Del Amor), Karan Soni, Chris Geere, Omar Chaparro, entre otros. En cuanto al personaje de Pikachu, la voz es puesta por Ryan Reynolds.
A partir del accidente automovilístico que tuvo su padre, el joven vendedor de seguros Tim Goodman (Justice Smith) decide viajar al departamento de Ryme City para seleccionar las pertenencias que no quiere desechar. Para su sorpresa, Tim se encuentra allí con Pikachu (Ryan Reynolds), pokémon de su papá que sufre de amnesia pero asegura que su dueño sigue vivo. Con la ayuda de la pasante periodística Lucy (Kathryn Newton) y su pokémon Psyduck, Tim y Pikachu irán siguiendo las diversas pistas que los llevarán a descubrir qué es lo que realmente sucedió cuando el auto cayó del puente.
Diseñada para que tanto los fanáticos del videojuego como los que veían la serie de animé en la televisión disfruten de esta historia que viene a ser como una continuidad de lo que ya está establecido, Pokémon: Detective Pikachu funciona de igual manera para los espectadores que no conocen nada sobre la temática. Entretenida y llena de acción, el filme contiene un par de aspectos positivos y otros tantos que no logran funcionar del todo.
Por empezar, la ciudad urbana de Ryme City mezcla detalles de la isla de Manhattan en Nueva York con otros tantos de Tokio, capital de Japón, país de donde es originaria la saga. Las calles de este lugar donde los animales conviven pacíficamente con los humanos son muy lindas de ver, en especial por la cantidad de luces de neón que se encienden cuando llega la noche. Por otro lado, los pokémones están súper bien hechos por computadora, lo que genera que sea muy fácil sumergirnos en este mundo fantástico.
No obstante, la criatura amarilla protagonista aquí cambia la personalidad que tenía en las otras producciones y esto se debe en gran medida a la voz de Ryan Reynolds, la cual no encaja con lo adorable que lucía el personaje animado. En muchas ocasiones la manera de ser de Pikachu nos recuerda a Deadpool (sin pasarse de la raya para que los chistes sean aptos para todo público). Aunque en el trailer y en el principio de la película la voz no convence del todo, a medida que la historia se desarrolla el espectador termina aceptando la nueva faceta del animalito eléctrico.
Con respecto a la trama, el misterio de qué es lo que pasó con el padre de Tim capta y mantiene la atención gracias a las revelaciones que se van haciendo en el trayecto. Sin embargo aproximadamente a la mitad de la película las aventuras se vuelven demasiado exageradas para dar paso a secuencias de acción súper pochocleras. El guión cae en el cliché al meterse con los laboratorios científicos, los cambios genéticos y los empresarios con malas intenciones.
Sin que ningún actor se destaque y con un desenlace que resultará disparatado para muchos, Pokémon: Detective Pikachu se convierte en una reinvención decente si se la compara con otras fallidas adaptaciones de videojuegos tales como El Príncipe de Persia: Las Arenas del Tiempo (Prince of Persia: The Sands of Time, 2010) o Assassin’s Creed (2016). Con una secuela ya en desarrollo, no hay dudas de que el filme vendrá a contrarrestar el tremendo éxito en taquilla de Avengers: Endgame.