Eran varias las expectativas que generaban Detective Pikachu. Para quienes crecimos con la serie animada poder ver a pokemons “reales” era algo que siempre quisimos y por fin se concretaba. Sin embargo, todas expectativas van cayendo una a una a medida que avanza la película.
En primer lugar por que es una película chata,con una historia que no aporta mucho al espectador y con un único factor sorpresa que no solo se ve venir sino que roza lo absurdo. Además, a diferencia de otras películas “para chicos” que últimamente también tienen sus guiños y logran atrapar al público adulto, en Detective Pikachu no hay más que una simple – y tonta- referencia a la serie original. Claro, está es una historia totalmente diferente, pero uno esperaría esos guiños que apuntan directo a la nostalgia.
La historia comienza cuando el detective Harry Goodman desaparece de manera misteriosa. Su hijo de 21 años, Tim (Justice Smith), intentará averiguar qué ha pasado. A esta improvisada investigación se suma el compañero Pokémon de Harry, Detective Pikachu (Ryan Reynolds) con quien descubre, pueden comunicarse entre sí de manera única, Tim y Pikachu unirán fuerzas para recopilar pistas juntos a través de las calles de Ryme City, una moderna metrópolis donde humanos y Pokemons viven en paz y armonía, y descubrirán un asombroso complot que podría destruir esta convivencia pacífica y amenazar de esta manera el universo Pokémon.
Mientras que Ryan Reynolds logra aportar su ya característica carisma para darle vida a este particular Pikachu, es justamente el carisma lo que le falta a Justice Smith para llevar adelante esta película, lo que hace decaer aún más la experiencia.
Más allá de estos puntos bajos, hay que destacar que el diseño de los pokemons están bastante bien logradas pero que no logra rescatar mucho más.
Detective Pikachu es una película recomendada para menores de 12 años quienes posiblemente disfruten de una historia convencional con monstruos animados y adorables, sin embargo ( y lamentablemente) no es para nada recomendable para los veintitantos, perteneciente a las generación que creció con las primeras temporadas de la serie animada.