Detective Pikachu: ¡Hay que abrazarlos a todos!
Los Pokémon, Pikachu con un gorrito, Ryan Reynolds, y más, traen humor, diversión y emoción en esta bella película que llega a nuestros cines.
En un mundo donde las personas recolectan Pokémon para luchar, un joven, Tim, perdió a su padre, con el cual nunca tuvo una conexión, al igual que con los pokémon… Hasta que se encuentra con un Pikachu que habla y busca ser un detective.
Esto resulta ser algo mucho más que una película con una adorable animación de los pokémon más estupendos que se hayan creado.
Un accidente sucede con respecto al padre del protagonista, mientras él tiene un clásico resentimiento vinculado al padre, quien está presuntamente fallecido. Esto sirve como enlace de él, y nosotros como espectadores, de apreciar el primer encuentro con Pikachu. Situación llena tanto de ternura como de humor y fascinación.
Desde acá comienza una investigación hilarante, sensible y más profunda de lo que quizá muchos esperaban.
Pikachu y Tim se unen como una dupla investigadora a lo Arma Mortal o The Nice Guys, mezclado con un sentido del humor que (obviamente) recuerda un poco a Deadpool. Gracias, en gran parte, al sarcasmo de la mano de Ryan Reynolds como la voz de Pikachu. Él, su voz, hace que todo o muchos momentos de la película sean introducidos en nuestro corazón al formar parte de este mundo maravilloso que todo amante de estos Pokémon quisiera pertenecer.
Este film de Rob Letterman (Monsters Vs Aliens; Goosebumps) sabe cómo equiparar y relacionar la animación de los bichos tan queribles, con personas de carne y hueso. No solo con un buen guión (nada espectacular) de Don Hernandez, Benji Smit, Nicole Perlman, Derek Conolly y el mismo Letterman. La mayoría de estos habiendo realizado guiones de algunas sitcoms y siendo productores de varias.
Además está basado en los videojuegos de Detective Pikachu, con los Pokémon creados por Satoshi Tajiri, Ken Sugimori, Junichi Masuda. Dónde no aparecen solo Pokémon del 1º año, sino algunos que solo el más fanático podría apreciar en su totalidad.
Todo esto estructurado con giros narrativos atractivos, que no molestan a lo largo de lo divertido del trayecto del film.
Lo que estas personas logran encajar de buena manera es el humor y la emoción con una buena utilización de algunos personajes. Además de una pizca de batallas, que no es lo primordial en este caso. La relación padre e hijo es mucho más fuerte.
Justice Smith (Tim) hace un gran trabajo como el protagonista confundido por todo lo que pasa. Algo que sirve para atraer a los que no conozcan a los Pokémon como muchos de nosotros. Mientras que Ryan Reynolds solo con su voz logra imponerse, atrayendo al público más adulto.
De cierta forma la película carece de lo que quizá se nos viene primero a la mente cuando sale la palabra Pokémon: Peleas. Batallas. Estrategia. Pero en este caso hay poco y nada de esto, lo que quizá decepcione a algunos. Los gritos despiadados de Pikachu en pelea quedaron en el olvido. Además de un acto final bastante genérico, con una pelea no muy imaginativa y algo extraña.
No esperen ver tanto a Squirtle, Charmander, o Bulbasaur (que sí tiene una hermosa escena). Sin embargo, aparecen muchos. Y con solo verlos unos segundos, te sacan una sonrisa. Pero lo seguro es que este film sirvió para dejarnos con ganas de más. Hay un mundo gigante para explotar, y seguramente los productores lo saben.
En el fondo pareciera que a la película le falta evolucionar un nivel más. Ya que nos quedamos con ganas de más Pokémon con esta increíble animación, compartiendo un mundo con los humanos. Lugar donde muchos quisiéramos estar, y esta película lo demuestra a su manera, tanto para niños como para adultos.