Un mundo de sensaciones
Pokémon (palabra deriva de Pocket-Monster) nace en Japón allá por el año 2006 como un videojuego RPG y no pasa mucho tiempo hasta que logra convertirse en un éxito tremendo debido a su popularidad que lo catapulta a la tv, manga, juegos de naipes y todo tipo de merchandising que existe alrededor del mundo y casi que podría decirse que no hay niño que no sepa quién es ese personaje amarillo de mejillas rojas y cola en forma de rayo llamado Pikachu.
Corría el año 2016 cuando Warner Bros. Pictures y Legendary Pictures anunciaban la primera película live-action de la Pokemón Company International que iba a ser dirigida por Rob Letterman (Shark Tales) y protagonizada por Justice Smith (Jurassic World: Fallen Kingdom). El primer trailer de la película creo que ya nos atrapó a todos, la idea de ver a todos los pokemones conviviendo en un mundo junto a los humanos era motivo más que suficiente para que una gran sonrisa se pintara en tu cara y a modo adelanto déjenme decirles que van a salir del cine con la necesidad de tener un Pokemón a mano para poder abrazar.
La película narra la vida de un adolescente llamado Tim Goodman (Smith) quien supo ser entrenador de Pokemones un tanto estancado en el pueblo en el que vive tratando de encontrarle un sentido a su aburrida vida hasta que recibe un mensaje proveniente de Ryme City que dice que su padre a desaparecido y recibirá la ayuda de quién fuera su compañero y único testigo de su desaparición Pikachu (Ryan Reynolds) aunque no logre recordar nada de lo sucedido aquel día. Una gran aventura no solo para fans, entiendo que la historia de estos simpáticos personajes es enorme, pero no siento que los que decidan ir a ver la película necesiten ser eruditos en el tema para disfrutarla, es una película para todo público de esas aventuras que en los años noventa supimos tener al estilo Quién engañó a Roger Rabbit? o Space Jam, donde los personajes interactúan de una manera muy fluida con actores de carne y hueso. Detective Pikachu fue rodada con unos efectos que maravillan respecto a la textura que se logró en los personajes digitales, algo que realmente se destaca mucho sobre todo en los momentos donde se mojan o ensucian y uno puede notar esos detalles que no por pequeños dejan de asombrar.
La película lleva en su trama esos toques de humor intrínseco de esta clase de producciones y realmente quedan muy bien, las escenas donde Psyduck aparece no tienen desperdicio: los fans van a salir satisfechos porque sin conocer a todos los tipos de Pokemones existentes puedo decir que van a ver en pantalla a los más importantes; incluso los van a poder ver batallar en varias escenas. No hay dudas que Pokémon: Detective Pikachu es una grata sorpresa. Seguramente el inicio de una saga que abrió una puerta a un mundo maravilloso para explorar. Van a salir de la sala necesitando abrazar a Pikachu.
Para cerrar esta review quiero detenerme para hablar de este año donde a pesar de los tanques esos que arrollan todo a su paso han sabido destacar algunas películas lindas, interesantes que no buscan ostentosamente más de lo que pueden ofrecer. Ya sé que no deja de ser cine mainstream o pochoclero, como suele decirse, pero quiero referirme a los que se tomen ese ratito para leer estas palabras. El cine es entretenimiento, es una forma de escape, un arte expresivo que escapa a la simple regla delo dato taquillero, el cine no es solamente un dato corporativo o un simple invento de marketing. No se permitan caer en opiniones supinas de red social que las peleas de los que se supone saben más de cine dejen de importar más que la película en debate, vivimos tiempos donde la razón es enajenada y superflua a cualquier fundamentación. Volvamos a ir al cine a ver películas y debatir con respeto acerca de lo visto sabiendo cuál es nuestro lugar y sobre todo aprendamos a escuchar y saber entender y apreciar el gusto ajeno por el cine, sea cual fuere el género en el vasto universo que es el de las películas.