Un film que retrata dos visiones opuestas de la misma realidad social tan violenta y militarizada como lo es la isarelí. Por un lado tenemos a un comando de policía super profesional y especializado en antiterrorismo, en especial la proveniente de las amenazas árabes, ellos están orgullosos de su país: es el más hermoso del mundo; por el otro un grupo de jóvenes revolucionarios compatriotas con un plan de estratégico para que los ricos mueran y los pobres y oprimidos venzan, ellos están avergonzados de su país: el más injusto y desigual del mundo.
Los primeros son una especie de Tropa de Elite, los segundos nos remiten a Los Edukadores pero más fanatizados. La propuesta resulta más que interesante, pero el resultado está bastante alejado del nivel de estos dos films mencionados. No llega a tener ni la acción adrenalínica de la película brasilera, ni la profundad ideológica del largometraje alemán.
Dividida en partes, primero muestra a través de su policía protagonista, Yalom, como es vivir en la fuerzas de seguridad de unos de los lugares más combativos del mundo, pero a medida que avanzan los minutos la narración se queda un poco estancada y se pierde en ciertos conflictos relacionales, la segunda parte del film te presenta la historia de estos jóvenes utópicos y también se pierde en los diferentes vínculos que se establecen entre los miembros del grupo. Recién en la última media hora el relato levanta vuelo y adquiere su momento de mayor intensidad cuando el plan de los revolucionarios se lleva a cabo y la policía debe interceder con sus modalidades más violentas y combativas...