Una niña rusa se prepara para convertirse en primera bailarina, sueño compartido con sus padres, y llegar al mítico Bolshoi. Desde los títulos iniciales, que oponen imágenes de una urbe industrial, fría y gris, con la dulzura y la calidez de una voz femenina que canta en ruso, la película establece esa tensión que encarna la protagonista. Entre las asperezas de la realidad (un padre trágicamente vinculado a la mafia), la dureza del trabajo corporal y la autoexigencia, y la belleza de la danza. "Un verdadero artista siempre busca la prefección" le dice el maestro a la joven. Basada en una novela gráfica, Polina expone, a través de su historia individual, asuntos sociales de la Europa de hoy, con buena tensión dramática y bellos fragmentos de baile, contemporáneo y clásico.