Poltergeist es uno de los clásicos más queridos de Steven Spielberg.
Aunque la historia oficial y los créditos del film indican que la dirección corrió por cuenta de Tobe Hooper, lo cierto es que el verdadero realizador fue Spielberg.
Hooper no tuvo ningún tipo de control creativo en este proyecto y se limitó a seguir la órdenes del director de E.T, quien fue el encargado de definir la narración de la historia.
Años después del estreno en los cines, actores del reparto como Zelda Rubinstein (la parapsicóloga Tangina) confirmaron esta cuestión en los medios.
De hecho, al ver Poltergeist queda claro que la película está más en sintonía con el cine de Spielberg que el estilo de trabajar el género de terror de Hooper.
La nueva versión innecesaria de este clásico fue dirigida por un buen director como Gil Kenan, quien brindó en el 2006 esa joya de animación que fue Monster House.
Este es su segundo trabajo en el cine live action luego de la fallida adaptación del clásico literario de Jeanne Duprau, La ciudad de Ember, que ni siquiera pasó por los cines argentinos.
La película original de Poltergeist se encaminó por el género del thiller con elementos sobrenaturales y hacia el final presentaba algunas escenas aterradoras.
Una particularidad que tiene la remake es que se centra más en el cine de horror, algo que queda establecido en la narración del director desde los primeros minutos.
Inclusive la paleta de colores que eligió Kenan para la fotografía es más oscura y le otorgó al film una ambientación diferente.
Ahí se terminan la novedades de esta nueva versión.
Ya sea porque el director no le encontró la vuelta o tal vez no tuvo el control creativo del proyecto, la película de Kenan no le aportó ningún condimento interesante a esta remake.
La película parece por momentos una copia clase B de la obra original.
Aunque el reparto cuenta con buenos actores como Sam Rockwell, el grupo que conformó en este caso a la familia Bowen no tuvo la misma química que el elenco de 1982.
El papel más difícil le tocó a la pequeña Kennedi Clements, quien interpreta el rol que hizo famoso esa gran actriz infantil que fue Heather O´Rourke.
La nueva nena está muy correcta en ese personaje pero carece del carisma que tenía O´Rourke, algo que sobresale en el refrito de los momentos más recordados de Poltergeist.
Por ejemplo, la famosa escena donde Carol Anne miraba a su familia y decía la icónica frase, "ya están aquí", en la remake resultó un momento completamente insulso.
De todo modos es justo destacar también que la película de Gil Kenan tiene algunas escenas de terror que están bien elaboradas.
La historia funciona mejor cuando el director intenta emular el estilo narrativo de James Wan (El conjuro).
Hay momentos efectivos a la hora de brindar algún susto como la escena con el macabro payaso de juguete que es genial.
Es menester destacar que el payaso se ganó con creces el póster individual del Poltergeist que esta semana apareció en las calles. Es más, me atrevo a decir que esta escena del muñeco que elaboró el director Kenan es mucho más efectiva que los 90 minutos que dura el bodrio de Annabelle.
Algo que siempre me encantó del film de 1982 es que cuando uno creía que la historia se había terminado y se venían los créditos finales, la casa maldita se tomaba su revancha contra la familia Freeling y brindaba una escena de terror mucho más intensa.
En esta remake me resultó completamente decepcionante el trabajo que hizo Kenan con el final de la película.
Un momento aterrador con los muertos del cementerio que acechaban a los protagonistas acá se resumió en una escena de dos minutos con los esqueletos realizados por efectos digitales, que encima se ven completamente truchos. Otro problema, que por cierto, tiene este estreno.
No se puede entender que una producción de los estudios Fox presente efectos especiales tan pobres como los que se pueden encontrar en los filmes de bajo presupuesto del canal Syfy.
Con respecto a la versión 3D en este caso no aporta nada más que incrementar sin sentido el costo de la entrada.
En fin, esta búsqueda del Grial en la que se transformó la meta de recomendar una película decente de terror sigue sin novedades.
La remake de Poltergeist producida por Sam Raimi, al igual que ocurrió con las nuevas versiones de Evil Dead y Robocop, está condenada a quedar en el olvido.