El problema no es solamente Hollywood
Una película que es una parodia de Hollywood es un buen gancho. Y si está dirigida por Cronenberg es garantía de que da para el análisis integro. Polvo de Estrellas (Maps to the stars) es un film que puede gustar o no, pero no hay duda que impacta, sus protagonistas son seres trastornados por su entorno, por sus ambiciones, por el deseo de permanecer en el estrellato. El relato tiene recursos para enganchar, pero no enamora, son personajes para apreciar con lejanía, no llegan a ser antihéroes porque se mira con mucha distancia las actitudes que están planteadas y nos expulsan íntegramente de su pensamiento.
Havanna Segrand (Julianne Moore) es una actriz que quiere volver a figurar en la gran escena, está desesperada por conseguir el papel en la remake de la película que consagró a su difunta madre, si lo logra, Havanna considera que será suficiente para devolverla a las primeras planas. Por consejo de una amiga, decide contratar a Agatha como asistente, pero a medida que avanza el film, conocemos su complicado pasado. Agatha (Mia Wasikowska) sobrevivió a un incendio y está intentando recuperarse, se hace amigovia de Jerome Fontana (Robert Pattinson) un chofer de limusinas con intenciones de actuar y escribir guiones. Como historia paralela, Polvo de Estrellas introduce a una familia exitosa pero problemática, cuyo hijo, Benjie Weiss (Evan Bird), es una estrella adolescente que se encuentra superando las típicas adicciones de los exitosos jóvenes de Hollywood, y el Dr. Stafford Weiss (John Cusack) un gurú de la autoayuda con una gran pinta de chanta.
Ambas historias se conectan de forma escabrosa, y la resolución está a la altura de lo que propone. Mientras vemos la frivolidad, la hipocresía, la salvaje competitividad y una exagerada visión de los actores y el ambiente de Hollywood, tanto que suena más a burla que a crítica, Julianne Moore se destaca en imprimir el dramatismo y la locura de un personaje ambicioso por conseguir que su nombre siga en lo más alto, también la acompaña una Mia Wasikowska que entiende perfectamente bien la actitud de su personaje, y un elenco cuya actuación general consolida las intenciones de Cronenberg.
Polvo de estrellas Evan BIrd
Más allá que la sátira sea directamente a Hollywood y al showbusiness, el trasfondo de la crítica excede este ámbito, porque el accionar de sus protagonistas no es de pertenencia exclusiva del mundo de la fama, sobre todo en el caso principal, que para no dar mayores detalles, ocurre por fuera del mismo, y no lo sugiere, pero estimo que sirvió para lanzar al estrellato a varios protagonistas. El guiño gracioso y satírico está bien llevado y descomprime, pero la esquizofrenia de sus personajes reflejada en sus visiones también devela el problema de los egos no se soluciona con el éxito. La imagen es todo, por afuera, pero en la soledad se juega otro partido, y lo puede jugar cualquiera, una estrella consagrada o una niña.
El desafío que propone Cronenberg a la sociedad, no es a Hollywood directamente, sino a la imagen, el éxito y lo que se consagra como modelo a seguir. Hollywood es un eslabón más, la excusa que utiliza. Cuando algo no está dentro de ese encuadre se lo excluye, se lo oculta y se lo aísla.
Polvo de Estrellas es un trabajo interesante para pensar y analizar, el film incorpora muchos recursos: desde el gore, la ironía y el humor negro, hasta el sexo, las obsesiones y referencias cómplices con la sabiduría del espectador. Por fuera de eso, lo que genera es absoluto rechazo y eso permite ser observador externo y no involucrarse con el sentimiento que lleva impreso el film en sus personajes.