Las estrellas parecen ir perdiendo su brillo poco a poco, parecen opacarse y Cronenberg está ahí dentro para contarlo. Desde el lugar de la parodia y la sátira transitamos el mundo de las celebridades del cine en su mismísima miseria.
El más reciente film de David Cronenberg ofrece un recorrido tragicómico entre medio de las estrellas de Hollywood, sus excentricidades, pasiones, secretos y perversiones. Todo lo que usted siempre quiso saber sobre las estrellas y nunca se animó a preguntar…
Asistentes, choferes, agentes, actores, directores, productores y toda la jungla de la industria cinematográfica más poderosa del mundo desfilan ante las cámaras representando su comedia del día a día. Cronenberg elige algunos estereotipos bien marcados y bastante alusivos para mostrarnos la sátira del mundo de las estrellas, ese mundo que se vende como la máquina de hacer sueños y el estandarte del glamour. Por un lado tenemos a Benjie Weiss, un niño estrella que ha sido protagonista de una famosísima serie pero que, a sus doce años, ya ha caído en las drogas y las noticias de su rehabilitación ponen en riesgo la franquicia que lo llevó al desmesurado éxito. Podría pensarse en una suerte de Macaulay Culkin no tan corrompido (aun). El padre de este niño, en la carne de un John Cusack que con los años no ha dejado de repetirse a sí mismo, un intento de psíquico, terapeuta alternativo, metido, como una rata, en los recovecos más miserables de Hollywood…un chanta de primera.
Julianne Moore es una de las elecciones más acertadas dentro del elenco actoral. Si bien es una actriz que solemos ver cubierta en lágrimas y corporizando papeles en su mayoría dramáticos, en esta ocasión, Cronenberg parece haber aprovechado ese perfil al máximo, sumándole un buena dosis de comicidad, erotismo y una carga trágica mucho más contundente: Moore representa a esta actriz hollywoodense venida a menos, perseguida por el fantasma de su madre, desesperada por representar a su progenitora en la remake de una de sus películas. Es un personaje totalmente patológico, complejo y desprotegido; pero esto no evita que podamos ver un costado patético, y la comicidad que representa la parodia de Hollywood a través de los clichés.
Lo patológico parece ser una de los aspectos que definen a las estrellas pero está situado en la vacuidad de estas vidas ostentosas y serpenteantes. De hecho, los protagonistas de esta comedia de lo patético, parecen arrastrarse por el piso mientras se revuelcan en sus propias miserias. Así, la temática de lo enfermo o lo psicológicamente podrido (incestos por doquier, complejos de inferioridad, drogas) entra a formar parte de la misma performance de la excentricidad y hace que el espectador se ubique en el espacio de la risa, porque sátira y parodia se despliegan con maestría. Así es que lo puede parecernos exagerado e inverosímil, está narrado justamente en esa clave, siguiendo la lógica tan alejada de la realidad y excéntrica de Hollywood.