Algo está por explotar
El cine ha cubierto varias veces el entramado histórico de la explosión del volcán Vesubio durante la antigüedad, los mismos hacedores de "King Kong" (1933)es decir Ernest Schoedsack y Merian C. Cooper, estrenaron en 1935: "Los últimos días de Pompeya" con Preston Foster, Basil Rathbone, en 1959 la "remake" provino de Italia ("Gli ultimi giorni di Pompei") dirigida por Mario Bonnard y un joven Sergio Leone -sin acreditar-, allí actuaban el musculoso Steve Reeves y el español Fernando Rey. Finalmente también existió una miniserie para TV en 1984 de 5 horas de duración dirigida por Peter Hunt con Franco Nero, Ernest Borgnine, Laurence Olivier y la nativa argentina Olivia Hussey.
Ahora la propuesta llega del director Paul W.S. Anderson, y toma otra historia donde la línea argumental pasa por Milo, un joven esclavo que será destinado a morir en la arena de Gladiadores, y que ha quedado prendado en un primer encuentro ocasional de la bella Cassia, hija del gobernador de la ciudad. Pero el amor casi imposible de estos tortolitos y los choques de luchadores del Coliseo donde el chico demuestra gran capacidad combativa, son pequeños inconvenientes comparados con la amenazante espectacularidad trágica de la inminente explosión volcánica -muy bien lograda en lo cinematográfico con excelentes efectos-, y al medio la soberbia maldad del senador Corvus -un divertido Kiefer Sutherland- que empeora la situación desesperante.
Casi, casi toda una historia de amor trágico, algo así como un "Titanic" dentro del "Peplum", que por otra parte admitamos revitaliza este casi desaparecido género que se da en el cine histórico de aventuras, con filmes ambientados en la Antigüedad, fundamentalmente greco-romana. Otro atractivo para degustar este entretenido filme es su realización en 3D que le da toques fluídos en su narración. Nada mas ni nada menos que eso: puro cine de entretenimiento.