Para imaginar adónde ir en las vacaciones
Ideal para descansar de problemas e imaginarse a dónde ir en las próximas vacaciones, en esta película casi todo es simpático, agradable, prácticamente sin conflictos, con lindos paisajes y atractivos refugios. El argumento es lo de menos: un joven argentino viaja a conocer un campito de los padres en el norte uruguayo, conoce a una chica belga que viaja a la casa de un amigo, recorren distintos lugares, se desvían, se duermen en distintos lugares, se distancian por una rubia brasileña, se desencuentran, se reencuentran, y llegan al puente que conduce al campito.
El tour abarca el puerto de Montevideo, el palacio Salvo, gemelo del Barolo, el Hotel Argentino de Piriápolis, la estancia La Peña Blanca, con su particular castillo, Punta Colorada, Villa Serrana, Rocha, un cementerio de autos, una feria rural, noches de música suave, un vernisage, una playa, en síntesis, una linda variedad de lugares que caracterizan los partidos de Canelones, Lavalleja, Minas y Maldonado. Y en ellos, el ex director del Archivo General de la Nación Abelardo García Viera haciendo el personaje de viejo perdido entre los papeles, el artista plástico Hugo Arias en una finca tranquila y preciosa, músicos, hippies, un criollo solitario con sus 16 perros, un recitador centenario (consultado, dice recordar tantos versos «porque la tengo a la memoria conectada al sentimiento») y, ya que estamos, entre tanta gente linda de pronto cae de visita la mismísima modelo inglesa Naomí Campbell, y se pone a charlar.
Ella y la rubia Guilhermina Guinle son las únicas figuras profesionales que vemos en pantalla. Los protagonistas son intérpretes no profesionales, más dedicados a otras artes, y los demás son, simplemente, gente que van conociendo por el camino, y que da gusto conocer. Cada tanto se oye algún tema de Kevin Johansen, Donovan, etc., y mejor todavía el cuarteto Zitarrosa de guitarras y el negro Bola de Nieve con su hermosa versión del bolero «Tú me has de querer».
Pequeña pena: en la finca tranquila y preciosa ahora han puesto un hotel. Y anticipo: la película no lo dice, pero el puente a medio hacer que vemos al final lo van a terminar, porque del otro lado Eduardo Costantini está haciendo un country. Autor de tan amable paseo, Charly Braun, también autor de cortos como «Do mundo nao se leva nada». Por lo que parece, un tipo que sabe vivir.