Por la ventana

Crítica de Rodrigo Seijas - Fancinema

ROAD-MOVIE DE MEDIO TONO

Rosalía es una operaria de 65 años que trabaja en una fábrica ubicada en las afueras de San Pablo. Es un trabajo al que dedicó su vida, pero nada de eso es tenido en cuenta cuando la despiden, en el típico escenario de fusión de empresas y ajuste de los recursos humanos. Deprimida, termina siendo arrastrada por su hermano José a un viaje por la ruta rumbo a Buenos Aires. Ese recorrido terminará transformando su existencia, o al menos poniéndola en un lugar diferente al que creía establecido.

El argumento contado previamente es bastante típico y transitado en numerosas road-movies y la coproducción brasileño-argentina Por la ventana no viene a aportar demasiados elementos nuevos, excepto por el tono y la cadencia narrativa a los que recurre. El film de Caroline Leone hace foco casi exclusivo en su protagonista y la forma en que interactúa con los paisajes, otras personas y contextos con los que relaciona, apelando más que nada a los silencios y miradas, y dejando a los diálogos -excepto algunos muy puntuales- en un lugar secundario.

Esta decisión de poner a dialogar al sujeto con el espacio, dejando entrever el viaje interior del personaje a partir del contacto con el mundo que la rodea, con el encuadre como instrumento compositivo, es una decisión ciertamente virtuosa, que sin embargo termina evidenciándose como limitada. En muchos pasajes, Por la ventana parece confiar demasiado en la imagen y en las sensaciones que transmite el rostro de Rosalía (ciertamente la actuación de Magali Biff es muy buena), pero no aporta el complemento necesario desde la narración. De ahí que el conflicto central y esa transformación que va experimentando la protagonista sólo se transmita a medias.

La apuesta de Por la ventana es concreta, pensada y deliberada, lo que no significa que sea totalmente fluida. Esas emociones que vemos en Rosalía -especialmente en el plano final- son (por decirlo de algún modo) excesivamente silenciosas. Lo que queda es un film correcto, pero algo despojado, que no llega a conmover en la medida que prometía.