Una fórmula que se repite mucho
John Hamburg, el director de "¿Por qué él?", ya había escrito una comedia de un padre que no se llevaba bien con el novio de su hija, "La familia de mi novia", con Robert De Niro y Ben Stiller, que no por nada es una de las películas más repetidas en la TV abierta y en el cable. Ahora lleva la misma idea a un terreno más exagerado y guarro. Esta vez el padre es el moderado, y el descontrolado es el novio de su hija. Zoey Dutch es la adolescente, la mayor de una familia de clase media tradicional, que está en una relación con un hombre mayor que ella, el treinteañero James Franco, millonario gracias a sus negocios de internet. Es malhablado, tatuado y mal vestido, además de poseedor de un pésimo gusto que exhibe en la mansión adonde ha invitado a la familia de su novia a pasar un fin de semana festivo. Bryan Cranston ("Breaking Bad") es el padre que no soporta a su posible futuro yerno, por razones que en parte están a la vista pero que también tienen que ver con la indigestión de reconocer que a ese payaso le haya ido mucho mejor en los negocios que a un tipo como él.
Con dos buenos actores como Franco y Cranston en los protagónicos la película no puede ser mala del todo, y lo cierto es que en algunas ocasiones hace reír. Lamentablemente, más allá de lo desaforado de los chistes sexuales y escatológicos, muchos no funcionan nada bien, lo que hace que las casi dos horas de metraje se vuelvan bastante cuesta arriba. Mejor volver a veren la pantalla chica "La familia de mi novia".