OPUESTOS QUE SE POTENCIAN.
El director de Mi novia Polly y también guionista de Zoolander y las películas de La familia de mi novia, John Hamburg, es acá el realizador y guionista a cargo. Hamburg tiene a Jonah Hill como uno de los creadores de la historia y a Shawn Levy y Ben Stiller como los productores. Comedia americana del siglo XXI en estado puro, que quede claro.
El punto de vista acá es el de la familia de la novia y no la del yerno, como ocurría en las famosas películas escritas por Hamburg y protagonizadas por Ben Stiller y Robert De Niro. El conservador padre de familia interpretado por Bryan Cranston debe conocer al impresentable millonario creador de videojuegos interpretado por James Franco. Son ellos dos los grandes opuestos de la película. La joven que los une queda un paso atrás, así como la madre y el hermano. Una visita a la casa del excéntrico joven es todo lo que se necesita para crear la comedia.
El humor es fuerte, violento y escatológico, como muchas comedias actuales, en particular las protagonizadas por James Franco. Aunque todo esto dentro del marco de la comedia es más liviano de lo que parece, los cultores de una comedia más liviana no van a divertirse tanto con algunos de los buenos pero no muy sutiles chistes que la película tiene.
Los personajes secundarios funcionan todos bien y los chistes también son efectivos, tal vez la tensión entre ser una comedia moderna y ser a la vez un film navideño le quite un poco de fuerza hacia el final, pero en ningún momento la película se vuelve sensiblera. El punto más fuerte son sin duda los dos grandes actores que llevan a cabo la trama. Franco está en su mejor forma y Bryan Cranston vuelve a demostrar que es un talento para la comedia, como en la recordada serie Malcolm in the Middle. Una sorpresa extra en el final le agrega algo de alegría y le saca cualquier peligro de caer en la solemnidad.