Jake (Theo Taplitz) acaba de perder a su abuelo, quien pese a no tener buena relación con su padre, les deja su casa y un pequeño negocio para alquilar. Jake y su familia deciden mudarse de ciudad, y así es como siendo nuevo en el lugar, entabla una rápida amistad con Tony (Michael Barbieri), el hijo de la mujer que alquila el negocio. Mientras la amistad entre ambos chicos crece, la tensión entre los adultos aumenta cuando temas de negocios y dinero empiezan a causar problemas.
Por Siempre Amigos (Little Man en su nombre original) puede parecer el típico film under sobre la familia que involucra algún niño, y que por casualidad o causalidad, siempre tiene a Greg Kinnear como el padre de la familia. Y pese a que siempre a priori parece que estamos ante el mismo film, Por Siempre Amigos logra entretener.
Como suele pasar con estos proyectos, los apartados que más tienen que destacar son el de las actuaciones y la historia, y aunque suene feo, muchas veces relegando la dirección a un segundo plano. Esto se da en Por Siempre Amigos, en especial el buen nivel actoral.
Sorprende que los dos chicos protagonistas estén a la altura de las circunstancias (mas aún teniendo en cuenta que es el debut cinematográfico de ambos ). Primero porque es una edad complicada, ya que no son niños, pero tampoco adolescentes, y la película se encarga de mostrar ese paso entre dejar de lado lo infantil y empezar a vincularse con el mundo de los adultos. Pero también porque las actuaciones de ambos son creíbles, en especial cuando comparten escenas juntos, sintiendo como espectador que de verdad estamos viendo a dos amigos.
El resto del elenco acompaña bien a los pequeños protagonistas. Greg Kinnear sigue en su línea y ya interpreta de taquito el rol de padre de familia promedio norteamericana. También vale destacar la química que tienen entre sí los actores adultos, en especial Paulina Garcia, quien comparte las mejores escenas con Greg Kinnear.
La historia como algo dejé entrever más arriba, también está a la altura. De hecho tiene la virtud de buscarle cierta vuelta de tuerca al posible distanciamiento de los chicos, y no caer en la obviedad de una disputa familiar típica.
Amigos Por Siempre es una linda película, ideal para los seguidores de estas comedias dramáticas de corte under; pero también es ideal para el espectador común, ya que es un buen descanso entre tanto tanque hollywoodense sobrecargados de efectos y muchas veces, con nula trama.