Crecer
Ira Sachs, un director que supo hacerse un lugar en el mundo del cine con historias LGTB profundas y sin estereotipos, se reafirma como un narrador hábil en la discreta pero efectiva Por siempre amigos (Little Men, 2016), en la que se mete de lleno en la vida de una familia, en la que un joven tiene un trasfondo complicado al relacionarse con una inquilina que quiere imponerse ante los recién llegados.
Jake (Theo Taplitz) ve como su vida cambia de un momento para el otro cuando, acompañando a regañadientes a su padre y madre, debe mudarse de ciudad. Al llegar se encontrará con Tony (Michael Barbieri), el hijo de una inquilina del lugar, con quien rápidamente se hace amigo. Entre ambos la empatía surge instantáneamente, y además de compartir horas de ocio y esparcimiento, también irán juntos a la escuela, en donde se los identifica como los raros del lugar por la particular afición de Jake por el arte y la cultura. Pero mientras ellos sellan su amistad con diversión y alegría, deben toparse con la diferente realidad de sus padres, quienes deben, de alguna manera, solucionar el pequeño inconveniente que el abuelo de Jake dejó sin resolver antes de morir.
Así, Sachs plantea el escenario de la historia, en la que, por un lado se construye un intenso relato sobre la amistad, el arte, los juegos, para los jóvenes, y por otro lado una tensa historia sobre el “amo y el esclavo” en la que, no siempre, el que se cree el amo es quien verdaderamente termina por mover los hilos y guiar los hechos. El tempo digresivo elegido por el director, como así también la decisión de registrar todo bajo un halo naturalista, son algunos de los aciertos para que la historia de Por siempre amigos crezca narrativa y dramáticamente.
Como Leonor se destaca Paulina García, en una nueva incursión en el cine norteamericano tras su brillante Gloria (2012), con la que comparte algunos puntos en común por la firmeza con la que despliega sus convicciones. Greg Kinnear siempre acertado, y otro rol clave es el de Jennifer Ehle, Kathy Jardine, madre de Jake, quien brinda a su papel la sabiduría necesaria para contener el pequeño infierno que se desata tras los primeros enfrentamientos con la inquilina y quien se anima a decirle en la cara las verdades incómodas que otros callan
Por siempre amigos es una película pequeña, que habla de una transición y de un duelo, de silencios compartidos, de juegos que terminan por decisiones de los adultos y de una promesa de amistad eterna a pesar que todo indique que de eterna no tendrá nada.