Power Rangers tiene todo el encanto de la serie original, su acción demencial y su comedia ridícula, pero otorgándole vida nueva con sus adolescentes modernos con problemas actuales y sus correctos efectos especiales.
Los Mighty Morphin Power Rangers (1993-1995) fueron una parte fundamental de la infancia de todo aquel que haya crecido en la década de los 90'. El show americano creado por Haim Saban utilizaba metraje reciclado de la serie japonesa de Toei Super Sentai, para hacer un show de adolescentes americanos lidiando con su vida como héroes y los típicos problemas de escuela secundaria, sumado a todo el encanto del género tokusatsu asiático con sus peleas de artes marciales y batallas épicas de robots gigantes contra kaijus monstruosos en una ciudad hecha de miniaturas.
Esta nueva versión nos presenta al mismo grupo de jóvenes, pero con una óptica más inclusiva: hay un asiático, una latina y un afroamericano. También hay diversidad de trasfondos para cada uno de los personajes, reflejo de los tiempos que corren: hay un héroe deportivo y popular caído en desgracia, un joven con autismo, una chica que perdió a sus amigos por un escándalo de sexting y hasta un Ranger LGBT.
Jason Scott (Dacre Mongomery), Kimberly Hart (Naomi Scott), Billy Cranston (RJ Cyler), Zack Taylor (Ludi Lin) y Trini (Becky G.) son un grupo de jóvenes inadaptados que se reúnen por azar y terminan descubriendo unas antiguas monedas doradas que les dan increíbles habilidades. Pero como todo gran poder conlleva una gran responsabilidad, ellos se convierten en los Power Rangers, una casta de poderosos guerreros defensores de toda la vida que deberán detener a la malvada Rita Repulsa (Elizabeth Banks) antes de que logre hacerse con el misterioso Cristal Zeo, objeto que le permitirá tener poder infinito.
Pero para poder volverse Rangers no alcanza con tener las monedas. Este grupo de desconocidos deberá convertirse en un verdadero equipo de guerreros y amigos para alcanzar todo su poder. Contarán con la ayuda del androide Alpha-5 (Bill Hader) y bajo la tutela de Zordon (Bryan Cranston), la conciencia de un Ranger anterior, deberán entrenar sus habilidades, conocerse y aprender a confiar el uno en el otro.
Power Rangers es una película bastante sólida y entretenida que rescata la esencia de la serie que le da nombre y le agrega un tono moderno, más realista y un poco más oscuro sin resignar el sentido del humor característico del show. En el film ciertos arcos remiten a otras producciones como The Breakfast Club (grupo de chicos problemáticos que se conocen en detención), Chronicle (adolescentes que descubren un gran poder en una cueva) y Pacific Rim (robots gigantes vs kaijus), pero no deja de ser ni de sentirse como Power Rangers.
Todos los actores dan lo mejor de sí y un puede notar que se divierten en sus roles, más que nada Elizabeth Banks, que despliega todo su histrionismo para hacer una Rita Repulsa bien exagerada que va atravesando distintas etapas a medida que su poder crece. Cranston y Hader brindan interpretaciones sólidas (su mayor trabajo es con la voz) para dotar de personalidad a sus personajes y los jóvenes actores con poco rodaje no decepcionan en su rol de Rangers, destacándose especialmente Dacre Montgomery, Naomi Scott y RJ Cyler (los que tienen más tiempo en pantalla).
El CGI es bastante digno, las peleas de Zords se ven geniales y el film está lleno de referencias y cameos que harán delirar a los fanáticos de la serie original. Power Rangers es un buen film con mucho humor y acción que sirve como un gran inicio de franquicia que apela a los nostálgicos de los 90' pero con el potencial para entretener al público general.