Una preciosa joya del cine independiente
Cada tanto, cada vez más esporádicamente, aparece una de estas películas que nos dejan sin aliento.
Sin efectos especiales, sin grandes estrellas en pantalla, sin siquiera un guión completamente innovador, pero narrada con tanta franqueza y reflejando la realidad con un cristal tan claro, que no hay forma de poder recorrer "Precious" sin tener un nudo en la garganta y el pecho oprimido.
Claireece Precious Jones es negra, hiperobesa, casi analfabeta, a sus 16 años ya está embarazada por segunda vez y está punto de ser expulsada de su colegio, donde es absolutamente discriminada por profesores y compañeros de clase.
Como dato adicional, el padre de sus hijos es su propio padre, quien ha abusado de ella desde que tiene uso de razón.
Vive en Harlem, sola con su madre violenta y descalificadora -su padre está completamente ausente- y Precious es más su sirvienta que su hija, en una relación de sometimiento y violencia mostrada con una crudeza singular y destilando una violencia que shockea.
Y cuando parezca que ya todos los datos de Precious han sido mostrados, que el infierno en el que vive no puede ser peor, el guión comienza a desplegar datos de su primer hijo y de otros integrantes de su familia.
Si creemos que en este punto, nuestra "heroína" ya ha pasado por todo, estaremos nuevamente equivocados, el destino tiene más malas noticias para Precious...
Sin embargo, a esta altura de las circunstancias, ella ya ha sido derivada a un centro educativo para casos especiales en donde se vincula con personas que han llegado a su vida para ayudarla a transitar un camino de redención, para reconstruir su dignidad. Para gestar un cambio.
En contacto con esta segunda oportunidad de ser madre, ayudada por su profesora (excelente Paula Patton), una trabajadora social y un enfermero, Precious quiere y necesita hacer una diferencia. Comenzar a escribir una nueva historia.
Si bien todos los elementos del film lo convierten en la gran película independiente del año, las actuaciones de la debutante Gabourey Sidibe -sin experiencia previa en la actuación- como Preciuos y más aún la de Mo'Nique en el rol de su madre (por el cual ha ganado ya el Globo de Oro a la mejor actriz de reparto) son soberbias.
La fatalidad y la sordidez reinantes en la vida de Precious se interrumpen en algunos momentos con escenas oníricas, en las que ella sueña con ser una estrella, tener un novio apuesto, deseada por los hombres, ser elegante... en las que el director Lee Daniels aprovecha a construir un juego contrastante, arriesgado y creativo y con el que la película sigue ganando en crecimiento.
Aunque de una dureza no muy fácil de transitar, "Precious" se transforma en una película indispensable, una de las más interesantes y talentosas de este año.