El suspenso superficial
En Presencia siniestra (2016), Mary Portman (Naomi Watts) vive en las afueras de la ciudad, trabaja como psicóloga de niños y jóvenes mientras cuida y atiende a su hijastro que se encuentra en estado vegetativo. Con la aparición de un niño, comenzarán a ocurrir hechos paranormales que llevarán a Portman a descubrir una verdad que amenazará su vida y la de su entorno.
Presencia siniestra se plantea como otra película de terror y suspenso en la cual, el miedo y el desequilibrio del personaje llegará fuera de cuadro alimentando la imaginación del espectador. Al principio, distintos sucesos paranormales comienzan a oprimir el pensamiento racional de la protagonista haciendo dudar de la veracidad de los hechos que ocurren en su hogar y su familia.
El quiebre en la película es el momento que empieza a revelarse el misterio. Logra evitar la opción más predecible de películas del género. Sin embargo, a pesar ser un momento de ruptura positivo, por no caer en el lugar común, termina por ser negativo debido a la forma en la que llegó hasta ahí, ya que desacredita parte de lo visto anteriormente. Al no tener un argumento creíble no puede sostener la explicación de los hechos.
El terror por eventos paranormales mutó en una forma más violenta y psicológica a la vez, algo que no fue bien manejado en la transición, ya que el guion de Christina Hodson no tuvo la suficiente consistencia para consolidar el argumento. Respecto a la dirección de Farren Blackburn, logró escenas atrapantes, genera suspenso en el espectador pero no agrega mucho más. Ciertos planos y secuencias en directa relación con la fotografía de Yves Bélanger constatan una buena simetría en las intenciones del director respecto al ambiente del film.
Con personajes cliché, el elenco de Presencia siniestra continuó por el camino conformista y mediocre del director: actores como Jacob Tremblay, Oliver Platt y David Cubitt no generaron una empatía con el espectador por lo superficial y común de sus personajes. Naomi Watts cumplió pero no pudo amplificar un personaje muy básico y superficial. Si habría que destacar a alguien sería el caso de Charlie Heaton que, a pesar de llevar a cabo una actuación un tanto sobreactuada, dejó los mejores momentos en el film.
Presencia siniestra reunió a un buen elenco y propuso una historia con un buen giro argumental, dentro de lo que podría esperarse de una historia del género, pero no fueron buenas las decisiones en el aspecto de dirección como del guion, el núcleo y corazón del film. Dentro de este esquema tan marginado de maniobra, quedó una tarea difícil para los actores de representar algo que supere los vaivenes en la parte creativa de la película.