Una psicóloga infantil, que ha quedado viuda, cuida de su hijastro adolescente que se encuentra parapléjico. Entre sesiones de terapia y extraños sucesos que rodean a la protagonista, la película juega con el suspenso pero resulta forzada y previsible.
Con la atmósfera de algunos relatos de Stephen King, la nueva película protagonizada por Naomi Watts juega con el aislamiento y las inesperadas jugadas de la mente en Presencia siniestra, un relato de suspenso que resulta convencional y previsible, pero se apoya en un elenco que cumple con las expectativas.
Mary -Watts-, es una psicóloga infantil que ha quedado viuda y ahora al cuidado de su hijastro adolescente -Charlie Heaton, la estrella de la reconocida serie de Netflix, Stranger Things- que se encuentra parapléjico luego de un accidente de auto en el que falleció su papá.
Entre sesiones de terapia con un niño sordomudo -Jacob Tremblay, visto este año en La habitación- y extraños acontecimientos que comienzan a suceder en la casona de Nueva Inglaterra, la película juega con buenos climas al comienzo y da un giro, que se adivina, y pierde en sustos y fuerza dramática.
Con sobresaltos potenciados por la música, la trama acumula a personajes sospechosos que rodean a Mary: el padre de un paciente adolescente; una amiga que la ayuda cuando más lo necesita y un psiquiatra -Oliver Platt- con el que se conecta a través de la computadora. En tanto, la soledad, los ruidos extraños que hay en la casa, el comienzo de la tormenta de nieve y una desaparición, la llevarán a un estado de desesperación.
Presencia siniestra -una traducción local poco feliz del original Shut in- echa mano a recursos ya vistos -como el tema de las pesadillas recurrentes- pero el mayor problema es que no construye una base sólida para lo que desarrolla después. La presencia siniestra a la que alude el film servirá como excusa para que Watts encienda su potencial de buena intérprete y lo vuelque en la difícil relación que mantiene con su hijo postrado.
El film, que recuerda a varios exponentes del género, suma inquietud y violencia en los minutos finales y el verosímil queda perdido en medio de la nieve.