A esta ya la vi
Priest: El vengador se centra en un cura guerrero (Paul Bettany) que desobedece a la Iglesia y se une a la aventura de un joven sheriff y a una bella sacerdotisa; van en busca de una peligrosa banda de vampiros que han secuestrado a la sobrina del protagonista, con la intención de convertirla en uno de ellos.
Una mezcla de género que nos deja algo en claro: la lucha contra los vampiros se quedó sin ideas.
Es difícil no caer en lugares comunes cuando se habla de la lucha contra los vampiros que atentan contra la humanidad y, para sorpresa de muchos, esta película no es la excepción. Infantilmente ilusionado al encontrarme con unos avances que prometían mucho, un afiche que mostraba un héroe oscuro en un mundo apocalíptico y un actor del cual se tienen buenas referencias en el ambiente (Paul Bettany, seguramente lo recordarán como el impactante monje albino en El Código Da Vinci), Priest no logró impactarme en ningún momento ni cumplir con aquellas expectativas.
Ambientada en un mundo post apocalíptico, destruido por la lucha constante entre humanos y vampiros, la sociedad vive en fortalezas construidas por la iglesia y bajo el cuidado de una logia de curas vengadores. El personaje principal (Paul Bettany) es un cura que se revela contra el clero y decide salir a combatir los vampiros que amenazan a la humanidad, con el objetivo de rescatar a una bella jovencita y derrotar a una especie de vampiro nunca antes visto. Pero esto no es todo, en el camino se encuentra con un Cowboy (Cam Gigandet), manejando motos al mejor estilo Mad Max, por desiertos interminables. Con efectos especiales muy pobres, escenas de combate forzadas y poca credibilidad en los personajes, realmente es difícil dejarse llevar por el filme.
Esta película parte del manhwa (cómic coreano) del mismo título, creado en 1998 por Hyung Min-woo. Según el propio autor, la idea de fusionar western, estética futurista y artes marciales se le ocurrió al disfrutar de un videojuego, Blood, en el que también desempeñan un papel decisivo los no muertos. Éxito a lo largo del mundo, este cómic podría haberse convertido en una película de culto, ya que mezcla géneros muy disimiles y tiene una base argumental sostenida, por lo cual es realmente una lástima que diste tanto del logro obtenido por Hyung Min-woo.
Lo mejor: Las motos al estilo Mad Max
Lo peor: Priest