Se presento en el BAFICI 2016 y es la ópera prima del cordobés Mascambroni. Tras la separación de su esposa, un hombre emprende un viaje junto a su hijo, allí vamos disfrutando la relación entre ellos, sus juegos, los afectos, la rutina y ambos deben aprender a comprenderse. Pocos personajes dentro de un paisaje con cierta melancolía, los silencios dicen más que mil palabras y resulta una historia bien intimista acompañada de una muy buena banda sonora.