Puro vértigo y ciertos toques de lisérgica fílmica hacen de esta cinta una más que interesante opción para los amantes de thriller.
La primera película como director del guionista Dan Gilroy recuerda las épocas más oscuras de Scorsese o Brian de Palma, un filme en el que JAKE GYLLENHAAL termina de confirmar su enorme talento y versatilidad. Es a la vez, una película que funciona como una crítica feroz a los medios de comunicación y su papel en la sociedad. De espíritu independiente, es esta una cinta destinada a convertirse en un clásico moderno, un objeto de culto.