"La noticia del año"
Con una intensa y sublime actuación de Jake Gyllenhaal y un guion audaz cargado con una cínica mirada sobre los medios de comunicación, Dan Gilroy debuta de forma notable en la pantalla grande ofreciéndonos una de las mejores películas del 2014.
“Primicia mortal” sigue los pasos de Louis Bloom (Gyllenhaal), un ladrón y buscavida que se caracteriza por su terrible ego. Basado en la creencia de que él posee un talento innato para todas las cosas, y que solo con reforzarlo a base de sacrificio e impulsado por una salvaje ambición le alcanza para ser el mejor, Bloom sostiene que no existe tarea alguna que no pueda realizar. Por eso, cuando decide entrar al mundo de los medios de comunicación como periodista freelancer, no dudará ni un segundo en poner en práctica su “modus operandi” para sobrevivir en un ámbito tan cruel como vertiginoso.
Gyllenhaal, quien ya la viene rompiendo desde “La sospecha”, “En la mira” y la reciente “Enemy”, sigue en buena racha y en esta oportunidad suma un nuevo personaje perturbado pero carismático a su extensa lista de grandes trabajos. Lo asombroso de este actor es que, lejos de repetirse, termina siempre encontrando la forma de sorprendernos (con el más mínimo detalle) gratamente.
Si el detective Loki y su intenso tic ya transmitían el nerviosismo necesario para incomodarnos en la genial “Prisioners” y el sargento Taylor escondía de forma eficaz sus sentimientos detrás de esa violenta fachada de policía rudo en la gloriosa “En la mira”, aquí Louis Bloom cumple con creces su objetivo de convencernos de que él es capaz de realizar lo imposible gracias a su perspicaz verborragia.
No obstante, todo el talento que regala Gyllenhaal con su irrepetible trabajo viene de la mano de un guion dinámico y atrapante que crece de forma escalonada para ofrecer excelentes momentos de tensión (las distintas invasiones en las escenas del crimen y el maravilloso tiroteo final), combinados con alguna cuota de humor negro y mucha acción.
Párrafo aparte para la excelente banda sonora compuesta por James Newton Howard y la correctísima fotografía del ganador del Oscar Robert Elswit, en quienes Gilroy se apoya para darle rienda suelta a algunas de las logradísimas secuencias de acción del film, las cuales tienen casi siempre como protagonista “tácito” el vértigo y la velocidad.
Siguiendo la línea de películas que también ahondan de forma sarcástica en las decisiones absurdas que pueden tomar personas desequilibradas con tal de cumplir el sueño americano (como la gran “Sangre, sudor y gloria”) y con un estilo visual agresivo que refleja de gran forma todas las sorpresas que puede almacenar una simple noche en una ciudad que no duerme (casi evocando a la magnífica “Colateral: Lugar y tiempo equivocado”), “Primicia mortal” se consolida como un logrado relato salvaje sobre como la codicia siempre se abre camino en entornos verdaderamente caníbales.
Gilroy pone la firma delante y detrás de cámaras en una ópera prima que seguramente dará que hablar por un largo tiempo, mientras que Gyllenhaal “simplemente” aprovecha la circunstancia para posicionarse como uno de los mejores actores de nuestra generación.