Perversa luna de Los Ángeles
Lou Bloom sabe dónde enfocar, tiene el ojo y el olfato para la noticia de alto impacto. Lo raro es que es un bicho de televisión, que pasa las noches frente a la caja boba hasta que un día le saca jugo al atontamiento. Pero nada es gratis. En una nueva muestra de su ductilidad para personificar individuos al filo de la anormalidad, Jake Gyllenhaal es Lou, un muchacho que merodea como un chacal los suburbios de Los Ángeles colgado a un radio policial, aguardando la noticia morbo, el choque o el crimen, algo fatal, para colocarse en la primera línea de fuego y conseguir la imagen que mayor grado de repelencia cause en la pantalla.
Nina (Rene Russo) es igualmente inescrupulosa, pero la ampara el rating televisivo desde su comando en el noticiero nocturno más visto en la “ciudad de cuarzo”. La violencia en el cine puede ser abrasiva, pero Primicia mortal es un veneno de serpiente que repta con las patrullas nocturnas de Bloom, como un Travis Bickle modelo siglo XXI, los mórbidos flashes y las retorcidas negociaciones con Nina. Las actuaciones de Gyllenhaal y Russo, de alto voltaje y combustible interacción, son la fórmula justa para volver a este thriller contemporáneo casi indispensable.