Lealtades, traiciones y tiroteos
Thriller recargado, pero bien llevado. Espionaje y contraespionaje en otra paseo por los espesos pasillos de la CIA. Los protagonistas son un ex agente, que quiere hacer justicia por sus medios (el estupendo, como siempre, Denzel Washington) y un agente novato (Ryan Reynolds) que sueña con poder dejar el puestito aburrido en Ciudad del Cabo para pode encarar una acción en serio. Y el destino los cruza. Y el novato debe custodiar al experimentado ex, al que lo buscan todos. Es que el hombre tiene un pendrive cargado de datos que arden. Y allí, los capos de la CIA aparecen metidos hasta las manos. El final equipara las cargas: el prisionero y el guardia al final comparten algo más que corridas y tiroteos. Buen thriller. La acción nunca decae. Es intensa y tiene espectacularidad y una solida narración. Y a la hora de dibujar sus personajes, acredita más de un acierto (buena escena el adiós del agente novato de una novia desilusionada, aterrada, pero enamorada). A medida que la historia avanza, la traición se agranda. ¿A quién pedir ayuda? El filme insinúa que los hombres siempre podrán entenderse, que las que asustan de verdad son esas instituciones que sólo buscan el poder absoluto. (**** MUY BUENA).