Agentes en fuga
Protegiendo al enemigo (Safe House, 2012) es una película pasatista de la que no se puede esperar mucho más de lo que propone. Un grupo de actores conocidos para tapar un guión con altibajos narrativos y una puesta en escena algo pretensiosa que no se sostiene en el tiempo y termina por aburrir.
Frost (Denzel Washington) es un desertor de la CIA capturado luego de 10 años de búsqueda. Matt Weston. (Ryan Reynolds), un joven e inexperto agente. Ambos se verán envueltos en una casual fuga cuando la cárcel en la que está siendo interrogado Frost es tomada por un grupo comando. Mentiras, traiciones y mucha acción rodearán a este dúo de hombres que no saben muy bien quién es quién dentro de un juego de vida o muerte.
El director chileno - sueco Daniel Espinosa hace su debut en las huestes hollywoodenses con una película de acción en la que no hay mucho más que eso. Escenas de alto impacto visual filmadas con una cámara en mano para producir un realismo documental bastante molesto y muy poco creíble que termina por jugarle más en contra que a favor.
El principal problema de la trama es tratar de indagar laberínticamente sobre una sucesión de hechos del pasado –que tendrá un desenlace bastante previsible- pero sin llegar a descubrir nada relevante. Así lo que podría ser una película de espionaje se convierte en una sucesión inexplicable de escenas de acción que en la mayoría de los casos están puestas de relleno y no adquieren un sentido alguno.
El cine de acción se entiende que en la mayoría de los casos es pasatista y no pretende nada más que eso. El error de Protegiendo al enemigo es que busca un efecto contrario y es ahí en donde pierde, para terminar aburriendo más de lo necesario.