Hay público para todo y por eso es conveniente saber con que te vas a encontrar con este estreno.
Si mirás el afiche a las apuradas puede parecer que es una típica comedia de Garry Marshal del estilo de Año nuevo y Día de los enamorados, que reunía a muchas figuras famosas de Hollywood.
Lo cierto es que esto va por otro lado.
Proyecto 43 es una producción de uno de los hermanos Farrely, artistas mediocres si los hay, que la pegaron con Loco por Mary y luego no hicieron otra cosa que repetirse con el mismo estilo de humor idiota en todas sus producciones posteriores.
Esta película parecería haber sido realizada por el fan club norteamericano del programa de televisión Jackass y apunta a un target de espectadores que recién están llegando a la pubertad y podrían calificar a esta comedia como un películón memorable. Algo entendible.
Es difícil comprender en pleno siglo 21 por donde pasa la irreverencia de mostrar una teta o presentar situaciones escatológicas y supuestamente zarpadas que propone este film.
La enorme gran mayoría de los cortos que componen esta película no sólo son pobres, sino que parecen concebidos por personas oligofrénicas.
Las historias están muy lejos de ser irreverentes o políticamente incorrectas porque sólo se concentran en situaciones estúpidas a tal punto que cualquier llamada de Tangalanga es más creativa y tiene más contenido.
Lo que ocurre con este tipo de filmes es que al tener un par de referencias a la cultura nerd, para algunos ya es una comedia cool, cuando en el fondo asistimos a la misma basura que Norbit con Eddie Murphy.
Una producción, por cierto, a la que Proyecto 43 no tiene nada que envidiarle.
Esta película es como esos humoristas que intentan ser graciosos pero no lo son, ya sea porque no tienen carisma o el material con el que laburan es antiguo.
Salvo por los chistes con referencias a penes, vaginas y otras cuestiones sexuales que parecen haber sido escritas hace 40 años, los guionistas no tuvieron mucho más que ofrecer.
Inclusive la parodia de Batman y los superhéroes ya la hizo más divertida Alfredo Casero hace 20 años y ni siquiera con esos temas se les cayó una idea.
Todos los personajes masculinos son estúpidos y las mujeres son retratadas como idiotas, por lo que tampoco podés encontrar una conexión con los roles que trabajan los actores.
En 1977 John Landis y los hermanos Zucker (¿Y dónde está el piloto?) fueron los pioneros en hacer este tipo de filmes con un “humor zarpado” con joyas como The Kentucky Fried Movie, que presentaba sketches con parodias al cine verdaderamente irreverentes para aquellos días.
Proyecto 43, que intenta emular ese clásico del género, en cambio, es una producción sin gracia ni ingenio que cae en el humor fácil amparado por un reparto de figuras famosas.
Después de verla uno entiende por qué Richard Gere se arrepintió de firmar para esta producción y actores como George Clooney rechazaron el proyecto al ver el contenido de los guiones.
Pero bueno, si tenés claro con que te vas a encontrar el mal trago puede ser evitable.
Si el año pasado te parecieron grandes peliculones Comando especial y Los tres chiflados seguramente no vas a coincidir con esta reseña y este puede ser tu estreno favorito del mes.