Para los amantes de las comedias más populares de esta parte del siglo en donde la escatología, las vulgaridades de todo tipo y el humor negro (bien oscuro y sin sutilezas) cobran más importancia que el argumento, seguramente “Proyecto 43” no va a pasar desapercibida.
En principio, los trece directores que intervienen en la realización están relacionados con este tipo de humor. Algunos ejemplos son Steven Brill con “El hijo del diablo” (2000) y “La herencia del señor Deeds” (2002); Steve Carr hizo “Dr. Doolitle 2” (2001); Brett Ratner estuvo detrás de “Robo en las alturas” (2011) y la segunda parte de “Quiero matar a mi jefe” (2013); ni hablar de Peter Farrelly que junto a su hermano tienen “Tonto y retonto” (1994), “Loco por Mary” (1998), “Inseparablemente Juntos” (2003) o “Pase libre” (2011). Además casi todos han tenido que ver con el mundo televisivo en series de diversa factura.
El hilo conductor de esta producción son tres adolescentes que fluctúan entre lo nerd frente a una computadora y la idiotez fuera de ella. Por razones que no conviene revelar, se encuentran buscando el “Proyecto 43” del título (en realidad es “Película 43”). Como la búsqueda es en la web se van topando con las historias que conforman este trabajo coral.
Hay de todo, desde una cita a ciegas con un deforme a un chiste con un gato animado que sería el lado oscuro de Garfield, y de una novia cuyo mayor deseo es que su novio le haga caca encima a un tipo que le regala un duende irlandés a su mejor amigo.
Algunos de estos segmentos están mejor trabajados que otros. Los mejores son los separadores que simulan publicidades ficticias. Sin dudas el elenco multiestelar logra subir un par de escalones a guiones que de otra manera serían una ronda de chistes malos. La escatología y los genitales son los tópicos casi preponderantes, pero no espere ni por ventura algo de sutileza. Más bien estése listo para momentos donde la línea entre el humor negro y el mal gusto es finísima.
Además, al ser coral “Proyecto 43” se presenta como un producto bastante dispar entre una historia y otra. Lo mismo sucede con la estética, pues cada director llevó a su equipo. No hay un sólo rubro técnico homogéneo en toda la producción, aunque tal vez no sean estos detalles lo que detenga al público de ir a verla.
Para los espectadores que disfrutan con pedos, vómitos y comentarios sobre raza o religión, esta película funcionará bien. Para aquellos devotos de la comedia con argumentos y diálogos pensados y mas elaborados probablemente resulte olvidable. Oportunidades sobran. A juzgar por el nivel de producción y recaudación, pueden hacer diez más.