Una pesadilla recurrente lleva al cineasta a una búsqueda visual en primera persona, que partiendo del bombardeo a Buenos Aires de 1955, construye un perturbador ensayo sobre la violencia. Vinculando una diversidad de materiales atraviesa las dos guerras mundiales, Vietnam y las armas atómicas, construyendo una línea de sentido que interpela acerca del mundo que construimos para nosotros y para las próximas generaciones.