Todo naufraga en un melodrama superficial vestido de tiros y explosiones.
Hace (muchos ya) años, Ang Lee hizo dos películas de acción y aventuras: la muy exitosa “El tigre y el dragón” y la casi surreal “Hulk”, de lo más original que dio el género “superhéroes”. Así que verlo detrás de otro filme del género con elementos de ciencia ficción no es nada que nos asombre.
Sí nos asombra que su predilección por la lucha interna que se da en los personajes (no otra cosa une las películas arriba mencionadas: que tienen en su centro a alguien que debe debatirse entre ser quién debe y ser quién realmente es) aquí aparezca plasmado en un guión carente de toda imaginación.
Aunque Will Smith hace más que lo posible por sostener la historia de un asesino de elite perseguido por una versión más joven de sí mismo y hay buenas secuencias “de diseño”, todo naufraga en un melodrama superficial vestido de tiros y explosiones. Lo que suele llamarse una película fallida.