Con la clara intensión de querer emular el estilo de "The Hangover" y "Superbad", dirigiendo el relato a un público adolescente, esta propuesta está plagada de golpes de efecto, de una premisa (falso documental) que se siente gastada y que poco ayuda a la conexión con los personajes, y de una falta de humor que la convierten en una superficial y anecdótica comedia.