Resulta interesante como el director presenta esta historia que se encuentra basada en hechos reales. Con el correr de los minutos va atrapando al espectador pero también se siente que le sobran algunos. Hay algunas escenas poco creíbles, con toques melancólicos y con un final que emociona. Uno de los puntos más altos que tiene el film es la actuación de Hanks, es posible que sea nominado a los Premios Oscar, también está muy logrado el personaje Marcos Rylance como el espía soviético Rudolf Abel. Muy buena iluminación, dirección de arte, una buena paleta de colores para ir resaltando cada momento.