El General en su laberinto
Víctor Laplace sabe cómo interpretar a Perón. Ya hizo de El General en TV (Padre Coraje), teatro (Borges y Perón) y cine (Eva Perón). Al ver Puerta de Hierro, película que dirigió con Dieguillo Fernández y que él protagoniza, uno siente -uno vuelve a sentir- que la caracterización mimética no siempre, mejor dicho casi nunca, da como resultado una buena película.
Puerta... transcurre durante los años de exilio, en especial durante la etapa madrileña, rica y difusa. Laplace muestra a un Perón que, lejos de la idea que se tiene de él, duda, teme, tiene tendencia al llanto. Una pena que ese intento por alejarse de los lugares comunes del personaje histórico no tenga correlato cinematográfico: el filme recae en muchos de los defectos típicos de cierto cine nacional antiguo.
Los diálogos, y el devenir general de la narración, no resultan fluidos ni genuinos, sino acartonados, enfáticos. Laplace muestra a un Perón íntimo, en su vínculo con Isabel (Victoria Carreras), con López Rega (Fito Yanelli), y con un personaje ficcional, una joven española llamada Sofía, con la que mantiene una relación confesional y platónica: en todos los casos, el tres veces presidente de los argentinos dice frases grandilocuentes o habla dando datos de la realidad nacional. Un tono más cercano a la pedagogía o la exégesis que a la intimidad cotidiana, lo que supuestamente buscaba la película.
Los rubros técnicos son impecables. En el plano político, Laplace, un artista consecuente con sus ideas, aporta su inevitable subjetividad. No está mal. Sobre todo, porque la objetividad no existe, y menos en el plano artístico. Sin embargo, las buenas intenciones, los buenos deseos, terminan acá en una representación plana de tiempos complejos. El Perón de Puerta...detesta sin ambigüedad a Isabel, a López Rega -no se entiende por qué no hace nada al respecto- y a Vandor. Habla contra Franco, a favor del Che. Le aclara a Galimberti que no cree en la lucha armada. Un ser más cercano a la estampita que a un personaje con contradicciones y carnadura.