Retrato de frontera
Puerto Paticuá (2014) se centra en la historia de dos pobladores que viven cerca del río Paraná, límite entre Argentina y Paraguay. La actividad agraria que realizan y el ritmo de vida que llevan son descriptos en el documental dirigido por Hernán Fernández.
Un escenario signado por la tierra colorada, la inmensidad del río y la tranquilidad, son representados a través de las imágenes y el sonido de Puerto Paticuá. Precisamente, es lo que permite dar cuenta de la forma de vida de sus habitantes, que se reparte entre el trabajo agrario (siembra de soja y maíz, principalmente), el cuidado de los animales, el traslado de lo producido a casas vecinas y momentos de descanso, entre los que se destacan sentarse al aire libre a tomar mate o tereré y navegar el río en canoa.
La cámara es una especie de “intrusa” en un lugar silencioso, en el que el tiempo transcurre lento. Y eso le permite al espectador conocer, desde adentro, cómo es la vida en una zona rural, alejada por completo del ritmo citadino. El ruido de las aguas del río Paraná y el viaje en tractor junto a uno de los habitantes, son algunos de los momentos que invitan a sumergirse en el ambiente.
Los testimonios de los pobladores le aportan datos importantes al documental de Hernán Fernández. La forma de hablar entre ellos, en la que por momentos combinan dialectos como el castellano y el guaraní, ilustran aún más su cotidianeidad. Sin embargo, podrían haberse incluido más protagonistas para enriquecer las vivencias.
Puerto Paticuá es el recorte de una realidad: sólo pretende mostrar lo que sucede, sin otras pretensiones. Quizás su mayor valor es detener su mirada en un lugar desconocido por muchos, pero que está más cerca de lo que parece.