Un thriller incoherente, confuso y poco creíble
Un joven documentalista filma todo lo que observa en la calle. Su propósito se frustra cuando observa a una extraña joven que atrae su atención. Comenzarán a vivir un romance que se verá alterado por una serie de circunstancias en las que interviene una banda de delincuentes. El novel director y guionista Martín Basterretche intentó aquí contar una historia en la que la violencia se da la mano con la ternura, pero el relato cae en una serie de elementos que lo convierten en una constante forma de complicaciones de bastante difícil decodificación. Por momentos el film logra algunas situaciones que son ya muy transitadas en el thriller de suspenso, aunque muy pronto el guión se va cerrando dentro de un círculo que lo convierte en una historia de aire denso y onírico que deja muchas preguntas sin respuesta. Álvaro Teruel, uno de los integrantes de Los Nocheros, intenta dar verosimilitud a su papel de documentalista, pero apenas logra algunas situaciones acertadas, en tanto que Guillermo Fernández se pone en la piel de un personaje de escasa credibilidad. Los rubros técnicos cumplieron con calidad con esta trama que, posiblemente, habría logrado una mayor calidad si el guión no hubiese tropezado con tantas incoherencias y saltos en su relato.