Esta vez Daniel de la Vega (Hermanos de Sangre, Necrofobia, El ataúd blanco) se dedica al policial negro, el que homenajea a Edgar Allan Poe, al que recrea en ese gato negro, en el citado “El cuarto amarillo”, en el relato que recrea el policial clásico argentino de la época dorada de nuestra industria. A referencias literarias y preocupaciones de autores por lograr el cuento perfecto, que le da título a la película, se le articulan bien los hechos sangrientos. Un encuentro de autores de policiales que los lleva a un hotel es la excusa, el medio de transporte es un tren, un escenario donde tantos murieron y se amenazaron en films tan conocidos. Luis Peñafiel (El pseudónimo que usaba Chicho Serrador) es un autor obsesionado, un colega lo acosa, un crítico lo hostiga. En ese clima de discusiones sobre finales perfectos, el pasado admirado y la acción se suceden los cadáveres. Con una muy buena reconstrucción de época, en blanco y negro, buen vestuario, mejor sonido los protagonistas que se lucen con grandes actuaciones son Osmar Nuñez y Luciano Cáceres con dos personajes a los que le sacan el jugo. El buen elenco se completa con Natalia Lobo y Rodrigo Guirao Diaz.