Interior, años 30-40. En el mismo tren viajan el exitoso escritor de historias protagonizadas por un detective ciego, el joven colega que lo admira, y el presumido crítico que lo detesta. Presumido, almidonado, y dispuesto a demostrar in situ los errores lógicos y la supuesta torpeza del escritor exitoso. El tren, la estación, el paisaje de fondo, el hotel donde se desarrollará la intriga, todo es como en las películas de antes, entera y evidentemente filmadas en estudios, y todo disfruta de la amable “suspensión de la incredulidad” que le concede gustosamente el público. Quienes quizá no disfruten demasiado son los sucesivos muertos que van apareciendo. Bueno, es difícil conformar a todos. Nosotros, por ejemplo, en vez de la palabra “fin” habríamos preferido “continuará”, y que la película no terminara nunca.
Así es “Punto muerto”, regocijante intriga policial de estilo clásico, que brinda con equipos modernos, un singular homenaje al cine de los viejos, hermosos tiempos, y a los novelistas de aquel entonces, cuyo ingenio se mantiene fresco. Hablamos de Agatha Christie con sus elegantes investigaciones de salón, de Poe y Gastón Leroux con el insondable misterio del cuarto cerrado para todos menos para el homicida; la dupla Allain-Souvestre, el primer Hitchcock, Christensen, Clouzot y otros buenos maestros que nos metían con todo cariño y precisión en un mundo inquietante y a la vez reconfortante de pura fantasía.
Autor, el experto en cine “de género” Daniel de la Vega, que aquí abunda en guiños y homenajes (por caso, aparece el nombre de Luis Peñafiel, que era un seudónimo de Chicho Ibáñez Serrador) y dedica el resultado al venerable Richie, del videoclub de Liberarte, que muchas veces alentó su formación fiándole el alquiler de los videos. Luego, cuando hubo dinero, de la Vega supo dirigir a la propia Faye Dunaway. Lo acompañan Alejandro Giuliani, director de una excelente, muy adecuada fotografía en blanco y negro, el músico Luciano Onetti, técnicos fanáticos del cine y muy lindo elenco, encabezado por Osmar Núñez, Rodrigo Guirao Díaz, Luciano Cáceres y Natalia Lobo.